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Rocío Nahle García, una mujer con una carrera política en ascenso que busca la coordinación de los comités de la defensa de la 4T en Veracruz, ha sido blanco de críticas por su lugar de nacimiento. A pesar de que un abogado argumentó que no podría gobernar Veracruz debido a este aspecto, la realidad es diferente. Para muestra las palabras de Javier Hernández Hernández, ex magistrado del Tribunal Electoral Veracruzano y actual auditor Superior del Estado de Campeche:
“Me parece que las y los veracruzanos no se merecen información distorsionada. Solo te puedo comentar que no se debe confundir lo referente a los requisitos de elegibilidad relativos al lugar de nacimiento con los de residencia (...) No hay mexicanos de primera, mucho menos de segunda”.
Dicho está, no se deben confundir los requisitos de elegibilidad relacionados con el lugar de nacimiento con los de residencia. Este debate debe enfocarse en las propuestas y capacidades de los candidatos, no en aspectos personales que no deberían definir su capacidad.
Rocío Nahle, con una amplia experiencia y una trayectoria dedicada a la política, ha demostrado su compromiso y vocación por el estado de Veracruz. Discriminar a una mujer por su lugar de nacimiento es injusto y revela un matiz de misoginia disfrazada. Veracruz necesita líderes comprometidos con su desarrollo y bienestar, independientemente de su origen.