México
De acuerdo con Inocencio Valdez, corresponsal de El Día en Xalapa y otros municipios de la región, las elecciones de 2025 en Veracruz y Durango se perfilan como un proceso en el que la gente, más que los partidos políticos, será la protagonista. En un contexto donde los colores partidistas podrían quedar atrás, lo que realmente podría hacer la diferencia son los candidatos y sus propuestas. En este sentido, se habla de una posible alianza de facto o, en su defecto, de un apoyo indirecto a los perfiles más sólidos de la oposición, con el fin de desafiar al partido en el poder.
En Xalapa, uno de los nombres que suena con fuerza es el de Silvio Lagos Galindo, quien podría contar con el respaldo popular para ganar la elección, apoyado indirectamente por otros partidos opositores que, en un movimiento táctico, han decidido colocar perfiles menos competitivos en la contienda. Este apoyo implícito, aunque no formalizado en una coalición, podría ser clave para derrotar a la fuerza oficialista en la capital veracruzana.
De manera similar, esta estrategia podría replicarse en municipios como Boca del Río, Coatzacoalcos, Poza Rica, Huatusco y otros más, donde la oposición podría encontrar el terreno fértil para avanzar, frente a un oficialismo dividido por los cuestionamientos internos y los escándalos que han afectado su imagen.
Y si a este escenario le sumamos el controvertido caso del exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, cuya defensa dentro de Morena ha sido vista como una protección ante las acusaciones de violación y desvío de recursos, así como el reciente desastre en el rancho de exterminio en Jalisco, mal manejado por Morena, la situación para los morenistas y sus aliados podría volverse más compleja. En este contexto, la elección de 2025 podría ser una batalla entre propuestas, con los electores tomando el mando y dejando atrás las viejas lealtades partidistas.